Zona de Danza tercera edición Semi-presencial
Imaginar la danza y las interacciones sociales que provoca su práctica – en nuestros contextos y en el contexto mundial- hoy resulta una necesidad insoslayable y una acción política fundamental. Imaginar, como primera herramienta de la creación y de los agenciamientos que articulan la praxis artística; como derecho y estrategia, como espacio y como destreza misma. Imaginar en medio del encierro, del distanciamiento y de las crisis sociales, políticas, económicas y afectivas; imaginar para producir una red de sustento y de solidaridad entre los que -en el campo de las artes- estamos siendo vulnerados y precarizados, de manera casi sistemática. Este ejercicio se ha convertido en la principal estrategia de sobrevivencia, de auxilio y de redención, para no claudicar en nuestros empeños.
Imaginar, además, para entender la posibilidad de escenarios de acción renovados, escenarios de intercambio, socialización y colaboración, escenarios desde los que habremos entendido cuánto de nuestra realidad ha cambiado y cuánto de nosotros mismos debe mudar, reflorecer. Imaginar para construir tácticas que consideren los posibles cambios paradigmáticos que sucedan en las artes escénicas, cuando el convivio -su más ontológica característica- ha sido lesionado.
Imaginar para renovar nuestras herramientas, nuestras relaciones y nuestras dinámicas de acción; porque podremos repensar y revalorar aquello que hoy es casi una utopía: el encuentro y el contacto. Y, por supuesto, imaginar para nunca colapsar, para no desaparecer; porque la relación cuerpo a cuerpo, persona a persona, subjetividad a subjetividad en un mismo espacio y tiempo es lo que nos constituye como humanos, como hermanos.
Imaginar para entender que el peso y el agobio que producen las dinámicas actuales (el exceso de vida mediática) tienen un efecto emocional, psicológico y físico; pero que podemos idear y construir puentes entre lo virtual y lo presencial, que podemos construir caminos entre lo que vivimos y lo que todavía no podemos compartir, para optimizar los encuentros reducidos o confinados a la pantalla. Para comprender que en nosotros mismos está la capacidad de somatizar positivamente esta nueva realidad.
Por ello, esfuerzos como el Festival FRAGMENTOS DE JUNIO -ideado, construido y sostenido por Jorge Parra y Zona Escena- son vitales y profundamente significativos. El festival, amén de su historia en la escena ecuatoriana, latinoamericana e internacional, ha significado una palestra de diversas propuestas de escena contemporánea – en el sentido más amplio de la palabra – para, además, constituirse en espacio de confrontación, reflexión y generación de conocimiento.
Aun en momentos y escenarios adversos, como los vividos desde el 2020, el festival ha sobrevivido y se ha reinventado – se ha reimaginado – para ofrecernos una visión expandida de las artes escénicas y, desde su peculiar funcionamiento, procurar espacios de encuentro, diálogo y aprendizaje. Este 2021, la edición del “Fragmentos” nos invita una vez más a producir una relectura de la escena, en un formato presencial y virtual e incorporando a la danza tradicional como lenguaje de la selección de obras; así como una oportunidad para creadores emergentes y nuevos coreógrafos, en un concurso.
Estas estrategias imaginadas no solo son pericias de sobrevivencia, son también pericias para provocar el pensamiento crítico y el diálogo articulado con el contexto, que nos invitan a proyectarnos como comunidad, como familia en las artes y en la crisis. Pericias para ampliar el pensamiento y los saberes a los que nos hemos visto abocados en la virtualidad (de ahí la presencia vital de artistas audiovisuales en la curaduría de obras); y para producir actos de mayor alcance: para aprovechar la conexión que, hoy por hoy, puede resultarnos abrumadora.
El reto entonces, como público y comunidad, es amplificar la percepción, expandir sentidos y razón para asumir este nuevo momento y originar – con la imaginación y la acción – nuevos cursos de vida e inteligencia, que nos permitan sobrevivir los actuales.